Cómo reconocer una deficiencia proteica y prevenir sus efectos en la salud diaria
¿Crees que comes sano, pero te sientes débil, cansado o con más antojos de lo normal? Puede que la falta de proteínas tenga algo que ver. Este macronutriente es clave no solo para ganar músculo, sino para mantener una buena salud general.
Aquí te dejamos 10 señales que podrían indicar que necesitas más proteína en tu vida:
1. Pérdida de masa muscular Si tus brazos o piernas se sienten más flacos o débiles, probablemente tu cuerpo esté descomponiendo músculo por falta de proteína.
2. Huesos más frágiles La proteína fortalece los huesos tanto como el calcio. Un déficit puede aumentar el riesgo de fracturas, especialmente con la edad.
3. Cambios de humor frecuentes Las proteínas ayudan a mantener estable tu nivel de azúcar en sangre y afectan directamente tus neurotransmisores. Baja proteína = altibajos emocionales.
4. Te enfermas con frecuencia Una dieta pobre en proteínas puede debilitar tus defensas. Si sientes que vives con resfriados, es hora de revisar tu alimentación.
5. Uñas quebradizas y caída del cabello El cuerpo prioriza los órganos vitales. Cuando faltan proteínas, tu pelo y uñas lo notan primero.
6. Heridas que no sanan La regeneración celular depende de las proteínas. Si todo tarda más en curar, puede ser una pista.
7. Hambre constante ¿Comes pero siempre tienes hambre? Probablemente tu plato carece de la proteína necesaria para saciarte.
8. Fatiga sin motivo Sin suficientes proteínas, tu cuerpo se queda sin combustible sostenido. Resultado: cansancio sin explicación.
9. Aumento de peso o pérdida muscular Una dieta baja en proteína puede llevarte a perder músculo y ganar grasa, aunque no comas más.
10. Síntomas de anemia Las proteínas ayudan a formar hemoglobina. Si estás pálido, débil o te falta el aire, puede haber una conexión.
¿Qué hacer?
- Agrega más alimentos ricos en proteínas: legumbres, carnes magras, huevos, yogur…
- No temas incluir proteínas en cada comida.
- Consulta a un especialista si no sabes cuánto necesitas.
Escuchar tu cuerpo es el primer paso hacia una mejor salud. Y a veces, lo que pide a gritos… ¡es una buena dosis de proteína!